Me pide el compañero Pepe Vallejo que escriba una reseña sobre mi viaje al Perú, así que desde mi modesta experiencia, voy a intentar trasmitiros lo que hemos vivido, mi amiga y compañera de aventuras Carmen Toscano y yo, estos 11 días de paseo por este espectacular y extenso país andino.
El día 10 de noviembre arribamos a Cuzco. Antigua capital del imperio Inca, preciosa ciudad cuyos edificios principales son una mezcla armoniosa entre la arquitectura precolombina, el barroco que importamos los españoles y al fondo, las impresionantes montañas. Ciudad caótica y ruidosa que nos embriagó con sus miles de olores diferentes, sus frutas exoticas, sus variadas especies de patatas y maices, sus telas y tejidos multicolores, sus gentes tranquilas.
Cuzco se encuentra a más de 3.300 metros sobre el nivel del mar : no es de extrañar que hasta el segundo día sufriésemos el famoso soroche o mal de altura; una sensacion de mareo continuo, fatiga, leve dolor de cabeza y cansancio que nos recordaba constantemente que Sevilla está casi al nivel del mar.
El día 11 nos recogieron temprano en la mañana (a las 4, amanece sobre las 5 y algo) y junto con otros turistas, la mayoría peruanos, y emprendimos un tour en autobus por el Valle Sagrado de los Incas, donde pudimos visitar localidades como Ollantaytambo, Urumbamba, Pisac, Moray, Chinchero... en todas estas ciudades pudimos apreciar la profunda huella que los incas dejaron en las construcciones, en la transformación del paisaje para su protección (zona sísmica muy activa) y aprovechamiento agrícola del terreno.
El día 12 iniciamos el treking que nos llevaría en 5 días a culminar el Machu Picchu. Desde la localidad de Mollepata (2.677 metros s/mar), a donde nos aproximaron en minibus junto con el resto de los viajeros (alemanes, canadienses, ingleses, escoceses, una uruguaya, una italiana y nosotras, las únicas españolas) iniciamos el camino andando. En todo este trayecto fuimos observando paisajes multicolores y cultivos que se mezclan entre las misteriosas montañas nevadas, animales andinos como la llama, alpaca, ovejas, vicuñas, profundos valles y la gran diversidad de flora y fauna. En el camino visitamos la laguna llamada como la montaña:
A la mañana siguiente, muy temprano, sobre las 4 am iniciamos el segundo y más duro día de toda la travesía (19 km):subimos al puerto de montaña Abra Salkantay situado a 4.630 m s/m: al esfuerzo propio de subir, se le añade la acusada falta de oxígeno a esas alturas: todo un reto físico difícil de describir. Acampamos esa noche en Chaullay, a 2.800 m s/m, con lo cual pudimos descansar de la dura jornada.
El cuarto día de nuestro treking, nos llevaría después de 16 kms de caminata a Aguas Calientes, también llamada Machu Pichu pueblo ( 2.040 m s/m ); parte del trayecto lo hicimos paralelos a la via del tren, y cruzando el rio Urubamba, muy caudaloso. En dicha localidad pernoctaríamos en un hotel ( por fin una ducha de agua caliente!!) y descansaríamos para acometer a la mañana siguiente la subida a la ciudad inca.
Muy temprano en la mañana (aún no había amanecido!!) de nuestro quinto y último día, subimos en bus hasta las puertas del Machu Pichu donde nuestro guía nos esperaba para la visita guiada. Una densa niebla no nos permitió apreciar a primera hora la inmensa obra humana que teníamos ante los ojos.
A medida que fue abriendo el día, las nubes se fueron disipando y por fin nos dejó apreciar un paisaje monumental impresionante, totalmente en armonía con la naturaleza. Una obra titánica hecha por hombres casi sobrehumanos. Una vez visitamos la ciudad, emprendimos la subida de casi una hora a la montaña Huayna Pichu (360 m sobre la ciudadela) que dispone de un camino muy empinado y estrecho con varios tramos con peldaños tallados en la roca y desde cuya cima pudimos divisar otra imágen menos conocida de Machu Pichu, pero si cabe, mucho más impresionante.
En la tarde, y lloviendo a mares, cogimos el tren de vuelta desde Aguas Calientes a Ollantaytambo, precioso trayecto entre la profusa vegetación que nos permitió, a través de su techo panoramico, divisar también las montañas nevadas de la Cordillera Andina.
El resto del viaje no tiene interés senderista pero quizás reseñar que volamos a Lima desde Cuzco para, después de 6 horas de autobús llegar a Paracas a orillas del Pacífico donde visitamos las famosas islas Ballestas, santuario de miles de aves, pinguinos, lobos marinos. De ahí a Ica, situada en pleno desierto del Pacífico donde disfrutamos de visitas a las bodegas donde se elabora el famoso pisco y un paseo en buggie por las dunas de Huacachina, visitando también el oasis del mismo nombre. De Ica a Nazca, donde dormimos y, al día siguiente, sobrevolamos en avioneta las líneas o geoglifos que fueron trazadas sobre el desierto por los antiguos pueblos nazca (entre 700 y 200 años a.c.), solo apreciables desde el aire y que fueron descubiertas recientemente (en 1.927). Impresionantes también!!.
Una apreciación personal: destacar que el pueblo peruano es un pueblo orgulloso y defensor de su historia, que ha sabido complementar, sin resentimiento, sus orígenes con la cultura y religión que les impusieron los conquistadores españoles.
Y para terminar, todo esto no hubiese sido posible sin mi compañera y amiga, Carmen, infatigable viajera que me involucró y preparó sola todo el viaje cuidando hasta el mínimo detalle y solventando cualquier dificultad que se nos pudo presentar en el trayecto.
Gracias por vuestro tiempo y espero que algún día podáis tener la suerte, como yo, de visitar una de las siete maravillas del mundo!!.
En los siguientes enlaces podeis ver todas sus fotos
CUZCO
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