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La Ruta del Agua consta de un recorrido de 68 kilómetros que rodea la ciudad de Sevilla: comienza en el monte Carambolo, en el Aljarafe y finaliza en plena Sierra Norte, en los Lagos del Serrano, en Guillena. Pero es a pocos kilómetros de este municipio donde se encuentra su mayor tesoro: 14 kilómetros de gran valor ecológico que solo se pueden realizar a pie, en bici o a caballo y que obtienen su recompensa en “La Cantina”, un restaurante donde no es extraño que un jabalí se pasee bajo tu mesa mendigando comida.
Un sendero de 14 kilómetros inaugurado hace trece años y que supone un disfrute para los sentidos,
especialmente para la vista y el oído porque el camino discurre por las
cercanías de los embalses de El Gergal y Cala y el contraembalse de
Guillena, los principales abastecedores de energía y agua potable de la
capital hispalense.
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